Ferrying Fee
Shipwrecked on a desert island, a pirate is desperate to escape. But when a strange presence offers help, he learns there's only one way out...
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Carme Puche-MoréDirectorThe Jump!, Camille
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Erin DonovanWriterThe Mentalist, A Tale of Two Thieves, Mindfield
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Carme Puche-MoréProducerThe Jump!, Camille
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Erin DonovanProducerEleven Eleven, A Tale of Two Thieves
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Daniel LozanoProducer
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Mercè MontalàKey CastEl Príncipe, Sé quien eres, Secuestro, Framed
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Richard FelixKey CastPerfume, Inside, Fragiles, Red lights
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Project Type:Short
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Genres:Adventure, Drama, Fantastic
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Runtime:16 minutes 10 seconds
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Completion Date:December 14, 2016
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Production Budget:25,000 EUR
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Country of Origin:Spain
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Country of Filming:Spain
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Language:English
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Shooting Format:Digital HDTV 1920x1080 24p
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Film Color:Color
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First-time Filmmaker:No
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Student Project:No
I’ve been working in communication for more than 15 years and since 2011 completely dedicated to filmmaking. I was awarded Best Script in the Sitges International Film Festival for my first short film Camille, a fiction about the French sculptor Camille Claudel. After that, I worked during three years in a feature documentary about past and present of underground jazz musicians in Barcelona called The Jump!, released in the In-Edit Beefeater International Film Festival (Barcelona) and recently selected in the Cinema on the Bayou Film Festival (Louisiana). I’ve directed different short films and visual projects. Last two challenges were wild: the story of a pirate and a siren in a desert island (Ferrying Fee, written by Erin Donovan – The Mentalist) and a seven-minute version of Odissey, by Homer, for a new literature centre of Barcelona History Museum. Nowadays, I’m in postproduction of two more short films and writing my first feature fiction film. I have my own production company, Estudipuche, an expressive platform with 15 years of experience in different files. We work for clients in video campaigns to increase sensivity in many social and health subjects and also in divulgation, always using fiction as our own language to transfer the messages. I have brought together a base crew to work with in a creative way in every project, we call ourselves ‘Disfunctional Cats’ and we look for the best results in every story.
Ahí están los mitos y las realidades, para confundirnos, es verdad, pero también para que los podamos interpretar como mejor se nos antoje. Está el de las sirenas, el del purgatorio y el del balsero de la muerte con sus monedas. Hasta diría que fueron creados para confundirse entre ellos, para que la realidad forme parte del mito, o al revés. Pero no tanto. No tanto como para olvidar que los piratas eran sanguinarios y las sirenas una organización criminal sin precedente. Que las sirenas, las del mito, eran crueles y que jugaban a reunir almas faltas de cariño bajo su implacable cementerio. Y solían ganar; cómo no, en unos océanos llenos de hombres animalizados, que ya casi ni sabían lo que era la ternura —y menos la belleza, o la sensualidad—, si es que alguna vez lo habían sabido.
La realidad, que es el tiempo, tangible, el tiempo, demasiado excluyente, dando experiencias — en su caso, el del Pirata y la Sirena, experiencias manchadas de sangre— está presente. Están esas sirenas que parecen quinceañeras. Y después están las de verdad. Las que aprovechan el paso de los años para aprender a sobrevivir, las que notan el peso de cada muerte. Una se cansa de ser coherente con la maldad, y a veces la pasa por alto, hasta se diría que tiene un canto propio, una canción más melódica. Entonces, el mundo da un vuelco, la isla ya no permite respirar, porque está debajo del agua, y entre la maldad, entre la experiencia diaria de la brutalidad y la violencia, surge la ternura. Hay una voz que se cansa, que ya no quiere matar. Se frenan los instintos y hay algo aprendido y olvidado que resurge.
Por eso el Pirata viste los colores de la tierra que se confunden con la isla, y todo parece un poco un cuadro de Turner, donde cielo, tierra y mar se mezclan. Se han cansado de separarlo todo y se miran, quizás por primera vez, se miran. A ellos, al otro. Una paz breve, que llegó con el cansancio...
El problema es si el cansancio es suficiente para el cambio, si quizás no hace falta algo más para vencer los demonios. Los de los mitos y los de la realidad. Quizás una pueda ser sirena asesina y de vez en cuando enamorarse. Quizás uno pueda haber matado diez mil hombres buenos y de repente desnudarse ante la laguna. Quizás, quien sabe, podamos girar el mundo, meternos todos bajo el agua y dejar de respirar.